Blogia
Revista Literaria AZUL@RTE

OTROS

Dominique GASIEWICZ

Dominique GASIEWICZ

 *

Dominique GASIEWICZ. : dominiquemarie03@hotmail.com 

*

Yves Klein (1928-1962)

«Cuerpo-Color-Imaterial»

*

del 03 octubre 2006 al 05 febrero 2007

*

Museo nacional de los Artes modernos

Centro Georges Pompidou - Paris

*

*

Yves Klein, que falleció a la temprana edad de 34 años,se cuenta entre los artistas más originales y más relevantes del siglo XX y realizó toda su producción artística en el breve lapso de siete años. Fue precursor de muchas de las prácticas y tendencias artísticas que llegaron a generalizarse como el happening y la performance; el Land Art o arte medio-ambiental, el arte corporal y elementos del arte conceptual jalonan su obra, cuya influencia perdura aún hoy. Su intrincada personalidad, que fluctuaba entre la extrema concentración y la total ausencia de límites, se refleja en su trabajo en el que monocromía y figuración, o espiritualidad y teatralidad, no se plantean como antítesis sino que, más bien al contrario, contribuyen a la finalidad suprema de Klein: abarcar la vida a través del arte.

*

En palabras de los comisarios Oliver Berggruene Ingrid Pfeifferla famosa fotografía del Salto al vacío, en la que el artista aparece flotando sobre la calle, es un símbolo de su deseo de superar la gravedad. Es la expresión de la voluntad de Klein que preside toda su obra de trascender los límites. La exposición pretende poner de manifiesto la inusual variedad y el carácter visionario de este artista que ha entrado en los libros de historia como Yves ‘el monocromo’”.

*

Klein nació en 1928 en Cagues-sur-Mer, en el seno de una familia vinculada al arte. Fred Klein, su padre, era pintor figurativo y su madre, Marie Raymond, era pintora abstracta vinculada a la tradición de la Escuela de París. Sin embargo, Yves Klein inició su actividad profesional como judoca. La influencia de su intensa vinculación con la filosofía y la práctica de este arte marcial, que le llevó a estudiar durante 15 meses en el prestigioso Instituto Kõdõkan de Tokio, perduró en su concepción del arte. El judo Kõdõkan está profundamente influido por la filosofía Zen y aboga por la comunión entre mente y cuerpo, por la plena armonía con la existencia, por el desarrollo de la perceptividad y la búsqueda de un estado de vacío. Por otra parte, Klein siempre tuvo un gran interés por las enseñanzas místicas cristianas de la doctrina rosacruz. Su fuerte afinidad por lo ritual y cuestiones relativas a la inmaterialidad y el vacío que perduró en él a lo largo de toda su vida expresan su interés por los temas espirituales. 

*

Klein en su taller

*


La primera aparición oficial en escena de Klein como artista visual se produjo en 1955, cuando presentó su monocromo Expresión del unvierso de color naranja plomo en el Salon des Réalités Nouvelles. El cuadro fue rechazado por el certamen con el argumento de que un único color no era suficiente para construir una pintura. La pieza, incluida en esta retrospectiva, se presenta junto a una serie de monocromos tempranos en amarillo, blanco, negro, rojo, rosa y verde. Ya desde un principio, Klein usaba un rodillo en lugar de un pincel para eliminar todo indicio de la mano del artista en la aplicación de la pintura. El color adquiere una importancia absoluta como “materialización de la sensibilidad” y a través de él manifiesta su empeño por expandir la pura percepción visual a un concepto de percepción sensorial integral. El artista desafía al espectador a sumergirse en el espacio infinito del color y a experimentar una mayor sensibilidad hacia lo inmaterial.

*

Klein atribuía un papel especial al color azul que, como el cielo y el mar, encarnaba los aspectos más abstractos de la naturaleza tangible y visual. Buscó largamente un azul que representara sus ideas y un método de aglutinar la pintura para que mantuviera la luminosidad original del pigmento. El resultado fue el IKB —International Klein Blue (Azul Klein Internacional)— un penetrante azul ultramar que creó con ayuda de un amigo químico, y que patentó y convirtió en su marca característica a partir de aquel momento. Las pinturas monocromas, las esculturas y las acciones de Klein, exhibidas en exposiciones en solitario organizadas en Milán, Düsseldorf o Londres, le convirtieron repentinamente en un artista internacionalmente conocido. 

*

Obra de Klein con cuerpos de mujeres

*


La exposición presenta las obras más relevantes de cada uno de los períodos de su trayectoria. Sus primeras pinturas monocromas en naranja, amarillo, verde, rojo, negro o blanco; las famosas monocromías azules y los relieves y esculturas de esponja; sus polémicas antropometrías, para las que utilizaba modelos femeninas a modo de brochas vivientes; las monocromías doradas y sus experimentos finales con fuego y elementos de la naturaleza.

*

La muestra incluye un grupo de pinturas monocromas realizadas en 1957 bajo un planteamiento conceptual que, pese a su idéntico tamaño y a similar aspecto, Klein percibía como diferentes y por ello las vendió a precios muy dispares. Las “antropometrías”, impactantes impresiones en las que “pinceles vivientes” trazaban la huella de los cuerpos al moverse según las instrucciones del artista a modo de formas estáticas y dinámicas, agrupadas o en solitario también están incluidas en la exposición.

*

A partir de 1960, Klein se entrega de forma creciente al fuego como medio para expresar la energía elemental. Sus pinturas de fuego fueron creadas en eventos o acciones espectaculares y a menudo las combinó con color e impresiones corporales. Las Cosmogonías y los así llamados Relieves Planetarios y otros experimentos con elementos naturales como la lluvia , el viento o las tormentas, cuya huella el fijaba sobre el lienzo o el papel, reflejan la visión cosmológica del mundo del artista.

*

Klein murió en 1962 a consecuencia de su tercer ataque al corazón. Su breve vida está contenida en su obra, marcada por su afán de abarcar lo inmaterial: “mis pinturas son las cenizas de mi arte”.

*

Enfocarte : http://www.enfocarte.com/5.26/klein.html

A consultar:

http://www.yvesklein.org/

http://en.wikipedia.org/wiki/Yves_Klein 

http://www.yvesklein.de/ 

*

Czeslaw MILOSZ

Czeslaw MILOSZ

  

"Es probable que no haya otra memoría aparte de la memoria de las heridas"
Czeslaw Milosz


Nació el 30 de junio de 1911 en Szetejnie, Lituania. Cursó estudios en la Universidad de Stephan Batory de Vilna y en la Alliance Française en París. Participó junto a la Resistencia polaca durante el transcurso de la II Guerra Mundial. Inicialmente aceptó al régimen de los soviéticos, impuesto en Polonia, porque lo veía como una forma de liberación y, de 1945 a 1950, hasta trabajó en el servicio diplomático. En 1951, decepcionado por los aires estalinistas en su país, emigró primero a Francia y, luego, a los Estados Unidos. En 1960 emigró a Estados Unidos y trabajó en la radio nacional y en el servicio diplomático, estando adscrito a la embajada en Washington en la década de los cuarenta. Adoptó la nacionalidad estadounidense en 1970. Entre 1961 y 1978 trabajó en la Universidad de California como profesor de Lenguas y literaturas eslavas. Su primera colección de poemas fue Poemas del tiempo congelado (1933), de corte neosimbolista. Escribió dos novelas autobiográficas El poder cambia de manos (1953) y El valle de Issa (1955), aunque su obra más famosa es El pensamiento cautivo (1953), conjunto de ensayos que analizan la aceptación del comunismo por parte de la intelectualidad polaca. En 1980 le otorgaron el Premio Nobel de Literatura y, en años posteriores, se fueron publicando en diversos idiomas antologías de su obra poética, como la edición en español Poemas (1984). En los 90, tras la larga transición pacífica de los polacos del comunismo a la democracia, el poeta volvió a Polonia. Falleció como consecuencia de una aguda insuficiencia cardio-respiratoria el sábado, 14 de agosto de 2004, a los 93 años, en su casa de Cracovia.


http://www.milosz.pl/scan/r_krainapoezji.jpg 


Un poema para el final del siglo


Cuando todo estaba bien
Y el concepto de pecado había desaparecido
Y la tierra estaba lista
En paz universal
Para consumir y disfrutar
Sin dogmas y utopías,

Yo, por razones desconocidas,
Rodeado por los libros
De profetas y teólogos,
De filósofos, poetas,
Buscaba una respuesta,
Frunciendo el ceño, gesticulando,
Caminando de noche, refunfuñando al amanecer.

Lo que me oprimía en demasía
Era un poco vergonzoso.
Hablando de ello en voz alta
No mostraría ni tacto ni prudencia.
Podría incluso parecer un agravio
En contra del bienestar de la humanidad.

¡Ay de mí!, mi memoria
No quiere dejarme
Y en ella, la vida comienza
Cada una con su propio dolor,
Cada una con su propio morir,
Con su propia turbación.

¿Por qué entonces la inocencia
En playas paradisiacas,
Un cielo impoluto
Sobre la iglesia de la higiene?
¿Será porque eso
fue hace mucho?
  

*

UNA VIDA FELIZ


Su antigua edad cayó en años de abundante cosecha.
No había terremotos, sequías o inundaciones.
Parecía como si el cambio de las estaciones ganara en constancia,
Las estrellas crecían vigorosas y el sol aumentaba su poder.
Aún en remotas providencias no se agitaba la guerra.
Las generaciones crecían amistosas hacia el prójimo.
La naturaleza racional del hombre no era un motivo de irrisión.

Era amargo decir adiós a la tierra renovada.
Estaba envidioso y avergonzado de su duda,
Contento de que su lacerada memoria desaparecería con él

Dos días después de su muerte un huracán arrasó las costas.
Humo vino de los volcanes inactivos por un centenar años.
La lava se extendió por los bosques, viñedos y poblados.
Y la guerra comenzó con una batalla en las islas.


Versión de Rafael Díaz Borbón  

*

ELEGÍA PARA N. N.


Si es demasiado lejos para tí, dilo.
Habrías podido correr sobre las pequeñas olas del Báltico,
atravesar el campo de Dinamarca, la floresta de hayas,
virar hacia el océano, y ya está, cerca,
el Labrador, blanco en esta estación del año.
Tú, que soñabas una isla solitaria,
si temes las ciudades, el parpadeo de los fuegos sobre las autorrutas,
habrías podido tomar el camino de los bosques sordos,
sobre torrentes revueltos y azules, y rastros del ciervo y del reno,
hasta las Sierras, hasta las minas de oro abandonadas.
El Río Sacramento te habría llevado entonces,
por entre las colinas recubiertas de encinas espinosas.
Todavía un bosque de eucaliptos, y estarás en mi casa.

Es cierto, cuando la manzanita florece,
y la bahía es azul en las mañanas de primavera,
yo pienso a mi pesar en la casa entre lagos
y en las redes recogidas bajo el cielo Lituano.
La cabaña donde te despojabas de tu traje antes del baño
se cambió para siempre en un cristal abstracto.
Y en él está la oscura miel de la tarde, junto al balcón,
y las pequeñas lechuzas, graciosas, y el olor de los arneses.

Cómo podíamos vivir entonces, yo no puedo decirlo.
Las costumbres, los trajes, vibran imprecisos,
inconsistentes, tensos hacia el final.
Es tal vez que pensábamos en las cosas tal como son?
El saber de los años fogosos ha enrojecido los caballos ante la forja,
y las pequeñas columnas en el mercado de la aldea,
y los peldaños de madera y la peluca de Mamá Fliegeltaub.

Mucho hemos aprendido, tú bien lo sabes:
cómo nos es quitado, cosa por cosa, todo aquello que no podía ser,
la gente, las comarcas.
Y el corazón no muere cuando uno creyó que debería,
pero sonreímos, el té y el pan sobre la mesa.
Sólo el remordimiento de no haber amado como se debe
esa pálida ceniza de Sachsenhausen
con un amor absoluto, que no está a la medida del hombre.

Tú te has acostumbrado a nuevos inviernos, húmedos,
a la ciudad donde la sangre del propietario alemán
fue raspada de los muros, y a donde él jamás regresó.
Tampoco yo he llevado más de lo que podía, ciudades y país.
No se puede entrar dos veces en el mismo lago,
sobre hojas descompuestas de abedul,
y quebrando una estrecha estría de sol.

Tus faltas y las mías, no fueron grandes faltas,
tus secretos y los míos, no eran grandes secretos.
Cuando te anudan la mandíbula con un pañuelo,
cuando te ponen una cruz entre los dedos,
y a lo lejos un perro ladra, brilla una estrella.

No, no es porque estés tan lejos
que no has venido el otro día, la otra noche.
De año en año madura en nosotros y nos invadirá,
yo, como tú, lo he comprendido: la indiferencia.

Berkeley, 1963


Versión de William Ospina 

A leer:

http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=337

http://es.wikipedia.org/wiki/Czes%C5%82aw_Mi%C5%82osz 

http://www.pachuca.com.mx/portal/albatros/007.htm

*  

Czeslaw MILOSZ

Czeslaw MILOSZ

Un testamento poético

Premio Nobel de Literatura en 1980, Czeslaw Milosz (Lituania 1911-2004) fue testigo de hechos fundamentales para la historia del siglo xx. Poeta, novelista, ensayista y traductor, nació en un mundo destruido para siempre por el nazismo. A partir de 1945 ingresó a la carrera diplomática pero, en 1951, rompió lazos con el gobierno estalinista de su país. Se estableció en Francia y después en Estados Unidos, donde fue profesor de lengua y literatura eslavas en la Universidad de California en Berkeley, hasta que volvió a su país natal tras la caída de la Cortina de Hierro, en 1989. Con el poeta Robert Hass tradujo casi toda su obra al inglés. Los poemas traducidos aquí fueron tomados por José Emilio Pacheco de New and Collected Poems (1931-2001).

Según Milosz no existe ningún idioma que puedan comprender al mismo tiempo los vivos y los muertos, y es necesario combatir la frágil iridiscencia que se produce en la torre de marfil. No hay diferencia entre vida y arte; el poema y la novela pierden su posición de obras artísticas y forman parte de la historia que describen: “Sería maravilloso leer un poema aislado de la fecha y de las circunstancias bajo las cuales se escribió, pero es imposible. ¿Qué queremos? ¿Mármol, un canon inamovible, belleza? Yo no soy Mallarmé.” Las fechas importan. Ignorar la historia constituye un acto de traición pero hacerle reverencia es idolatría. En ese sentido, el poeta es el encargado de decir qué y cómo ocurrieron las cosas. En “En zona de silencio” (2000), escribió: “Tengo edad suficiente para recordar pero, al igual que otros, repito las palabras que son socialmente aceptables, porque no me siento autorizado a revelar una verdad que resulta demasiado cruel para el corazón humano”. (Redacción).

*

El rey Popiel

*
Según la leyenda, el rey Popiel fue devorado por los ratones en su isla a la mitad de un gran lago.

Ciertamente sus crímenes no fueron como
Los nuestros. En torno había piraguas
De madera de tilo y algunas pieles de castor.
Su reino eran las ciénagas donde al mugir el alce
Su grito resonaba
En la luna de ácidas escarchas
Y los linces trepaban en primavera
A los timones secos de las lanchas.

Su empalizada, su fuerte de madera y la torre
erigida
Por las aletas de los dioses nocturnos,
podía verlas
Más allá de las aguas el cazador furtivo
Que no osaba apartar las ramas con su arco.
Hasta que alguno de ellos volvió con la noticia:
El viento hizo encallar entre los juncos
La embarcación desierta.
Los ratones se habían comido al rey.
Más tarde obtuvo
La corona incrustada de diamantes.
Galileo, Newton, Einstein
Le heredaron mares y tierras
Al rey desvanecido para siempre
Que guardó en su tesoro
Barras de bronce, tres monedas góticas.
Popiel que se marchó quién sabe adónde
Con sus mujeres y sus hijos.
Así, por muchos siglos, en su trono
Podrá afilar su jabalina con un cuchillo.
 

*

Encuentro

Atravesábamos campos helados en un vagón en el alba.
Un ala roja se levantó en las tinieblas.

Y de pronto una liebre cruzó el camino.
Entre nosotros uno la señaló con la mano.
Fue hace mucho.

Hoy ninguno de los dos está vivo:
Ni la liebre ni el hombre que hizo el gesto.

¿Dónde están, amor mío, dónde se han ido
El destello de una mano, la línea
Del movimiento, el susurro
De los guijarros?
No con dolor sino con asombro
Pregunto.
 

*

La huida

Al mirar hacia atrás vi la ciudad en llamas y dije:
Escapemos. Cubra la hierba nuestros pasos.
Narren los muertos a los muertos lo que ha ocurrido.
Nos corresponde engendrar a una generación violenta,
Libre del mal y libre de la dicha
Que en la ciudad imperaban.

Continuemos.
Y la espada de fuego nos señaló la tierra.
 

*

Una tarea

*
Con miedo y temblores creo que justificaría mi vida
Sólo si me obligara a hacer una confesión pública
Para revelar mi vergüenza y la vergüenza de mi época:
Nos permitieron aullar en la lengua de los enanos y los
demonios,
Pero las palabras puras y generosas quedaron prohibidas
Bajo una pena tan severa que si alguien se atrevió
a pronunciar alguna de ellas
Puede considerarse hombre perdido.
 

*

Ars poetica

*
Siempre he aspirado a una forma mucho más amplia
Que, libre de las aspiraciones de la poesía y la prosa,
Nos dejase entendernos sin exponer
A lector y autor a sublimes agonías.
En la esencia misma de la poesía hay algo indecente:
Expresamos cosas que ignorábamos tener en nosotros.
De modo que parpadeamos como si hubiera
saltado un tigre
Y estuviese en la luz moviendo la cola.
Por eso dicen justamente que un demonio dicta la poesía,
Aunque es exagerado sostener que se trata de un ángel.
Es arduo adivinar de dónde viene el orgullo de los
poetas
Cuando tan a menudo quedan avergonzados
por la revelación de su fragilidad.
¿Qué persona razonable sería una ciudad de demonios
Que se portan a sus anchas, hablan en muchas lenguas
Y, no satisfechos con robarle sus labios y sus manos,
Trabajan en cambiarle el destino para su convivencia
infernal?
Es cierto que hoy se aprecia mucho lo mórbido;
Por tanto acaso pienses que sólo estoy bromeando
O simplemente has encontrado otros medios
De alabar el arte sin ayuda de la ironía.
Hubo un tiempo en que sólo los libros sabios eran leídos
Y nos ayudaban a soportar nuestro dolor y sufrimiento.
Esto, después de todo, no es lo mismo
Que hojear cientos de obras recién salidas de clínicas
psiquiátricas.
Y sin embargo es diferente de lo que parece
Y nosotros somos distintos de cómo nos vemos
en nuestros delirios.
Por tanto las personas preservan su identidad silenciosa
Y ganan el respeto de sus parientes y vecinos.
El propósito de la poesía es recordarnos
Qué difícil es seguir siendo una sola persona,
Ya que está abierta nuestra casa, no tiene llaves
Y huéspedes invisibles entran y salen a su antojo.
De acuerdo, no es poesía lo que ahora digo:
Los poemas deben escribirse rara vez y de mala gana,
Bajo penas intolerables y sólo con la esperanza
De que los buenos espíritus, no los malos, nos elijan
como instrumento.
 

*

Lecturas

Me preguntas para qué sirve leer los Evangelios en griego.
Respondo: es conveniente que pasemos el dedo
Por letras más durables que las grabadas en piedra.
Y al pronuciar con lentitud cada sílaba
Descubramos la verdadera dignidad del lenguaje.
Obligados a estar atentos pensaremos en aquella época
No más lejana que ayer, aunque en las monedas actuales
Las cabezas de los césares son diferentes.
Sin embargo, es el mismo eón todavía.
Son iguales el temor y el deseo, aceite, vino y pan
Significan lo mismo. Y otro tanto
La veleidad de la multitud, ávida de milagros como en el pasado.
A su vez las costumbres,
Ceremonias nupciales, drogas, lamentos por los muertos,
Sólo parecen diferentes.
Entonces, por ejemplo, también había
Muchas personas que el texto llama Daimonoizomenoi,
Es decir, los endemoniados, o endiablados, si lo prefieres.
(En cuanto a "poseídos", no es sino capricho de un diccionario.)
Convulsiones, espuma en la boca, crujir de dientes,
No eran vistas entonces como señales de talento.
Los endemoniados no tenían acceso a la letra de imprenta
ni a la pantalla.
Rara vez se dedicaban a las artes y letras.
No obstante, la parábola del Evangelio conserva su fuerza:
El espíritu que se apodera de ellos puede entrar en los cerdos,
Quienes, exasperados por la colisión repentina
Entre ambas naturalezas, la demoníaca y la suya
Se echan al agua y se ahogan (como sucede a menudo).
Así, en cada página un lector persistente
Observa veinte siglos como si fueran veinte días
En un mundo que un día llegará a su final.

Berkeley, 1969. 

Prueba

Sin embargo, probaste las llamas del infierno.
Incluso puedes decir cómo son: reales,
Terminadas en ganchos agudos que desgarran
la carne
Pedazo por pedazo hasta llegar al hueso.
Caminaste por la calle y allí estaban: el látigo
y el derramamiento de sangre.
Recuerda por lo tanto que no hay duda:
Ciertamente existe el infierno.
 

*

Traducción de José Emilio Pacheco

Georg TRAKL

Georg TRAKL

Nace Georg Trakl el 3 de febrero de 1887, en Salzburgo. Hijo de Tobias Trakl y Maria Halik. Comienza sus estudios de primaria en 1892 y en 1897 entra en el Liceo Humanístico. Hacía 1904 escribe sus primeras prosas líricas. En 1905 abandona el liceo, habiendo suspendido el examen de bachiller superior, Trakl, vuelve a refugiarse en el cloroformo. Se decide por estudiar la carrera de farmacéutico, la única que no exige el bachillerato superior, el 18 de septiembre inicia su aprendizaje practico en la farmacia "El Ángel Blanco" de Salzburgo. Los experimentos realizados con drogas son conocidos por el padre, el cual debe dar forzado el visto bueno.

Su trabajo en la farmacia es puntual y efectivo, pero siempre muestra predilección por la literatura.Se produce un cambio en su carácter, de ser un muchacho alegre se vuelve arisco, retraído y arrogante. Son frecuentes las tomas de cloroformo y drogas. Debe ser en esta época cuando inicia la relación incestuosa con su hermana Grete. En el año 1906 junto con sus amigos funda el círculo poético "Apolo" y después "Minerva". Eran frecuentes las practicas del consumo de alcohol, drogas y visitas a burdeles. Sus escritos, en principio no obtienen ningún éxito, cosa que irrita bastante a Trakl, hasta el 31 de marzo de 1906, cuando es representado en Salzburgo el drama "El día de los difuntos. Pieza ambiental dramática en un acto." Que obtiene una gran acogida por parte del público.

En septiembre de 1908 consigue el certificado de aprendizaje práctico en farmacia, se matricula en farmacia en la universidad de Viena. Los estudios duran dos años y un año después entra en el servicio voluntario del Departamento de Sanidad número 2 del Ejército imperial. Estos años son muy productivos para Trakl, produciendo una extensa obra. Es por estás fechas cuando Maria Geipel se inicia como empresario literario suyo.Los años siguientes siguen siendo productivos, literariamente hablando para Georg Trakl. Su amigo Buschbeck, se halla en esos momentos en Viena estudiando derecho y le pone en contacto con Hermann Bahr, crítico literario del momento, gracias a lo cual Trakl consigue publicar tres poemas en el "Neues Wiener Journal". El padre de Trakl muere el 18 de junio de 1910, poco después de que éste se licenciara en farmacia. Por estás fechas Buschbeck trata de introducir a Trakl en los círculos literarios. Pasa el verano de 1910 en Salzburgo, para volver en octubre a Viena, donde realiza el servicio militar voluntario en el Departamento de Sanidad.

Una vez terminado el servicio, regresa a Salzburgo, pero allí todo ha cambiado, sus hermanas mayores se han casado, Grete se ha trasladado a Berlín para continuar sus estudios de música, el negocio lo regentan su madre y hermanastro. Periodo de ataques y depresiones para Trakl. Solicita el ingreso en el servicio activo, el cual le es otorgado el 1 de abril de 1912, como teniente farmacéutico en el hospital de la guarnición numero 10 de Innsbruck, en servicio de prueba. Supera el periodo de prueba y pasa al activo, con un informe bastante positivo por parte de sus superiores, con el inconveniente de que en el informe se precisa que a pesar de su juventud es una persona muy huraña. Para él, la estancia en Innsbruck es lo más parecido a un destierro. Sin embargo, conoce allí, por mediación de Buschbeck a Ludwig von Ficker, director de la revista "Der Brenner", donde se publican periódicamente poemas suyos.

El 23 de octubre de 1912 le es concedida una plaza como funcionario, solicitada un año antes, pasa a la reserva. Durante este tiempo, muy productivo, Trakl consume alcohol en exceso, sufre de agorafobia y de sensaciones de despersonalización. A partir de estas fechas, se inicia una de las etapas más productivas en cuestión de estilo, a las influencias rimbaudianas se unen las del Hölderlin de los himnos tardíos. Con ayuda de su hermana Grete y de Buschbeck tratan de publicar "poesías" en Viena, finalmente ante la negativa recibida, Ludwig von Ficker publica el libro en la editorial de su revista. Solicita una nueva postergación en su puesto del Ministerio de Trabajo en Viena, se presenta el 31 de diciembre en el nuevo servicio, que duró dos horas.

El 1 de enero de 1913 suscribe una solicitud de alta, regresa a Innsbruck, finaliza "Helian" y es publicado en "Der Brennen". A mediados de febrero se traslada a Salzburgo, donde permanece hasta principios de abril, la madre cierra el comercio. Es mala temporada para Trakl, cae en depresión muy fuerte, se traslada a Innsbruck-Mühlau. Su amigo Buschbeck le informa de un posible trabajo en el Hospital General de Viena. El 5 de abril recibe una nota del joven editor Kurt Wolff interesado por sus poemas, tras ciertas desavenencias Trakl consifue su primer proyecto contratado. Trakl recibe el libro titulado "poesías" a mediados de julio. El 12 de agosto se da de baja en el servicio, al que no regresará jamás. Probablemente la edición de su libro le ánima a vivir como artista, cosa realmente imposible para Trakl.A finales e agosto viaja a Venecia donde permanece 12 días. En septiembre y octubre se hospeda e casa de von Ficker. En estos momentos sufre una grave crisis, sus amigos se preocupan por él, sueña con suicidios. El 2 de noviembre regresa a Viena donde cursa una nueva solicitud para el Ministerio de Trabajo, el 10 de diciembre regresa a Innsbruck donde realiza su única lectura pública y pinta su autorretrato. En marzo de 1914 Kurt Wolff comienza la impresión de "Sebastián en sueño". El 15 del mismo mes se traslada a Berlín a visitar a Grete, enferma debido a un aborto.

A partir de estos momentos los acontecimientos suceden a gran velocidad, son los últimos días de vida de Trakl. El 3 de abril vuelve a Innsbruck muy deprimido. A mediados de este mes recibe la visita de Theodor Däubler, poeta muy famoso en esos momentos, de sus paseos con Trakl observa que este no para de hablar sobre la muerte. Von Ficker se informa de una posible colocación como farmacéutico en Albania . El 8 de junio se informa sobre la posibilidad de un empleo en las colonias holandesas. El 28 de junio sucede el atentado de Sarajevo. Von Ficker recibe cien mil coronas, parte de la herencia de Ludwig Wittgenstein que destino para la ayuda de artistas necesitados. Von Ficker da veinte mil de esas coronas a Trakl y otras tantas a Rilke. El 28 de julio Austria-Hungría declara la guerra a Serbia. El de agosto quedan rotas la relaciones diplomáticas con Rusia. Trakl parte hacia la guerra desde Innsbruck como teniente sanitario, Trakl intenta suicidarse, intento fallido gracias a la intervención de sus compañeros. A mediados de octubre recibe la orden de internamiento para la observación de su estado mental en el hospital militar de Cracovia.

El 3 de noviembre muere de un paro cardiaco producido por una sobredosis de cocaína. Es enterrado el 6 en el cementerio Rakowicz en Cracovia. 1915, "Der Brenner" publica las siete últimas poesías y "Revelación y ocaso". Kurt Wolff publica "San Sebastián en sueño". El 21 de noviembre de 1917 Grete se suicida de un disparo en el pecho. En 1919 Wolff edita las "poesías" bajo la ordenación temática de Karl Röck.El 7 de octubre de 1925 son trasladados sus restos al camposanto de Mühlau, donde aún descansan hoy.    

"El azul de mis ojos se ha extinguido en esta noche,
como el oro rojo de mi corazón.
¡Oh que silenciosa ardía la luz!
Tu manto azul cubrió al amigo que se hundía;
tu boca roja selló su entrada en las tinieblas".

Georg Trakl
  

*

A UN MUERTO PREMATURO


Oh, él ángel negro, que furtivo salió
del interior del árbol,
cuando éramos dulces compañeros de juego en la tarde,
al borde de la fuente azulada.
Nuestro paso era sereno, los ojos redondos
en la frescura parda del otoño.
Oh, la dulzura púrpura de las estrellas.

Pero aquel bajó los pétreos escalones de Mönschberg
con una sonrisa azul, y en la extraña crisálida
de su más tranquila infancia murió.
En el jardín quedó el rostro plateado del amigo
atento en el follaje o en las antiguas rocas.

El alma cantó la muerte, la verde corrupción de la carne,
e imperó el murmullo del bosque,
la queja febril del animal.
Siempre tañían desde torres
las azules campanas de la tarde.

Llegó la hora en que aquel vio sombras en el sol púrpura,
veladuras de podredumbre en el ramaje desnudo;
en la tarde, cuando en el muro crepuscular
cantó el mirlo,
y el espíritu del muerto prematuramente
apareció silencioso en la alcoba.

Oh, la sangre que fluye de la garganta del dios,
flor azul; oh, las lágrimas ardientes
lloradas en la noche.
Nube dorada y tiempo. En solitario recinto
hospedas con frecuencia al muerto.
y caminas en diálogo íntimo bajo los olmos
bordeando el verde río.
 

*

SIETE CANTOS A LA MUERTE


Azulada muere la primavera; bajo sedientos árboles,
camina un ser oscuro en el ocaso
escuchando la dulce queja del mirlo.
Silenciosa aparece la noche, con un venado sangrante
que se abate lentamente en la colina.

La húmeda brisa mece la rama del manzano en flor,
se desata plateado lo que estuvo unido,
muriendo con ojos nocturnos; estrellas que caen;
dulce canto de la infancia.

Iluminado bajó el durmiente por el bosque negro,
murmuraba una fuente azul en la distancia
cuando él levantó sus pálidos párpados
sobre su rostro de nieve.

La luna espantó un rojo animal
de su guarida,
y el oscuro lamento de las mujeres murió en suspiros.

Radiante levantó sus manos hacia su estrella
el blanco forastero;
y silencioso abandona un muerto la casa derruida.

Oh la imagen corrupta del hombre;
fundida con fríos metales,
noche y espanto de bosques sumergidos
y el ardor del animal solitario;
quietud de las corrientes del alma.

La barca sombría lo llevó por cauces fulgurantes,
llenos de estrellas púrpuras, y se inclinó
apacible sobre él la verde rama,
como una blanca amapola desde sus nubes de plata.

Tendida en el bosque de avellanos
juega con sus estrellas.
El estudiante, quizá un doble,
la sigue con la vista desde la ventana.
Detrás de él está su hermano muerto,
o tal vez baja por la vieja escalera de caracol.
A la sombra de los pardos castaños
palidece la figura del joven novicio.
El jardín está en el ocaso.
En el claustro revolotean murciélagos.
Los hijos del portero dejan de jugar
y buscan el oro del cielo.
Acordes finales de un cuarteto.
La pequeña ciega corre temblando por el camino
y después su sombra va a tientas por muros fríos,
rodeada de cuentos y leyendas sagradas.

Hay un navío vacío que al atardecer
desciende por el negro canal.
En las tinieblas del viejo asilo caen ruinas humanas.
Los huérfanos yacen muertos junto al muro del jardín.
De alcobas en penumbra
surgen ángeles con alas manchadas de barro.
Gotean gusanos de sus párpados amarillentos.
La plaza de la iglesia es sombría y silenciosa
como en los días de la infancia.
Sobre pies de plata se deslizan antiguas vidas
y las sombras de los condenados
descienden hacia las aguas suspirantes.
En su tumba juega el mago blanco con sus serpientes.

Silenciosos sobre el calvario
se abren los dorados ojos de Dios.
 

*

PASIÓN


Cuando Orfeo tañe la lira plateada
llora un muerto en el jardín de la tarde,
¿quién eres tú que yaces bajo los altos árboles?
Murmura su lamento el cañaveral en otoño.
El estanque azul
se pierde bajo el verdor de los árboles
siguiendo la sombra de la hermana;
oscuro amor de una estirpe salvaje,
que huye del día en sus ruedas de oro.
Noche serena.

Bajo sombríos abetos
mezclaron su sangre dos lobos
petrificados en un abrazo;
murió la nube sobre el sendero dorado,
paciencia y silencio de la infancia.

Aparece el tierno cadáver
junto al estanque de Tritón
adormecido en sus cabellos de jacinto.
¡Que al fin se quiebre la fría cabeza!

Pues siempre prosigue un animal azul,
acechante en la penumbra de los árboles,
vigilando estos negros caminos,
conmovido por su música nocturna,
por su dulce delirio;
o por el oscuro éxtasis
que vibra sus cadencias
a los helados pies de la penitente
en la ciudad de piedra.
   

*

SONIA


La tarde reina en el viejo jardín;
la vida de Sonia, calma azul.
Migran aves silvestres;
calma del desnudo árbol de otoño.

El girasol se inclina suavemente
sobre la blanca vida de Sonia.
La herida roja indescifrable
condena a existir en oscuros recintos,
donde azules campanas resuenan.

El paso de Sonia y su dulce sosiego.
Contempla al animal que muere un
y la calma del desnudo árbol de otoño.

Brilla el sol de días antiguos
sobre las cejas blancas de Sonia,
la nieve humedece sus mejillas
y la espesura de sus cejas.
  

*

A leer:

http://amediavoz.com/trakl.htm

http://de.wikipedia.org/wiki/Georg_Trakl

http://santosnegron.tripod.com/lasoledadylosestudios/id38.html 

*

Giovanni PAPINI

Giovanni PAPINI

Giovanni Papini (1881-1956): Hijo de Luigi Papini (1842-1902) y de Erminia Cardini (1856-1935). Su padre se unió a Garibaldi en Volturno cuando sólo contaba 17 años. Fue herido y hecho prisionero en Aspromonte. A pesar de su ateísmo, su hijo Giovanni fue llevado a escondidas por su madre para ser bautizado. El libro de recuerdos Pasado remoto, publicado en 1948, aporta muchos datos de sus primeros años. El descubrimiento de las bibliotecas le causó gran impresión y surgió en él un gran deseo de conocimiento. Durante una época abrigó el deseo incumplido de compilar en solitario una enciclopedia completa. Anima las revistas Leonardo (1903-1907) y La Voce fundada en 1908, y abandona esta última para crear una tercera, Lacerba (1913-1915), que en un principio parece emparentada con el futurismo. Papini, en perpetua búsqueda de nuevas experiencias intelectuales, tras un período de demoledora crítica de todas las filosofías y creencias, se acerca al catolicismo y publica una personalísima Storia di Cristo (1921); después de confirmarse su conversión, su paradójica y agresiva personalidad se muestra en una serie de libros que desarrollan una visión pesimista de la sociedad moderna: Gog (1931) y su continuación Il libro nero (1951), Lettere agli uomini del papa Celestino VI (1946), etc. Otras obras suyas de gran difusión han sido Dante vivo (1933), Il Diavolo (1953) y el Giudizio Universale (1957). Cabe destacar su dedicación especial a las actividades de crítico, narrador y biógrafo.

*

Carácter católico de su obra:

Sus grandes obras se se producen después de su conversión y tienen asuntos religiosos como tema. Lettere... es un apasionado llamamiento a las verdades del Evangelio; Il Diavolo un aviso para poner en guardia los hombres contra el Maligno.

*

Presencia de la poesía:

"La poesía nuestra de cada día, dánosla hoy", escribe en Virilidad. Sus biografías de Dante y Carducci revelan gran capacidad de emoción unida a una gran erudición. Entre los poetas que admiraba estaba Walt Whitman.  

*

Frases celebres de Giovanni Papini 

"El amor es como el fuego, que si no se comunica se apaga." 

"Amar puede consistir en las palabras que hacen sangre, en el reproche, en la represión; lo que importa es la pureza de la intención." 

"Para amar a los hombres es preciso abandonarlos de cuando en cuando. Lejos de ellos, nos acercamos a ellos." 

"Temo a un solo enemigo que se llama, yo mismo." 

"Si es cierto que en cada amigo hay un enemigo potencial. ¿Por qué no puede ser que cada enemigo oculte un amigo que espera su hora?" 

"Una salud demasiado espléndida es inquietante, pues su vecina, la enfermedad, está presta siempre a abatirla." 

"Quiero saberlo todo. Y siempre me encuentro como antes, triste como la vida y resignado como la sabiduría." 

"El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad." 

"Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya escrito." 

"Todo hombre paga su grandeza con muchas pequeñeces, su victoria con muchas derrotas, su riqueza con múltiples quiebras." 

"Las armas son instrumentos para matar y los Gobiernos permiten que la gente las fabrique y las compre, sabiendo perfectamente que un revólver no puede usarse en modo alguno más que para matar a alguien." 

"Cuando era joven leía casi siempre para aprender; hoy, a veces, leo para olvidar." 

"Hay quien tiene el deseo de amar, pero no la capacidad de amar."   

*

Cortesía:

http://www.frasedehoy.com/index.php  

A consultar:

http://es.wikipedia.org/wiki/Giovanni_Papini

http://fisicarecreativa.net/libronegro/advertencia.html 

* 

Giovanni PAPINI

Giovanni PAPINI

  

El que no pudo amar (Cuento)

Giovanni Papini  

*

Desde que don Juan se ha casado es casi imposible encontrarlo fuera de su casa, sobre todo por la noche. Los cabellos ralos y grises, los hombros un poco curvados y también -¿por qué no decirlo?- un catarro obstinado, ya crónico, lo tienen apartado del mundo y de sus pompas. Sin embargo, una noche, a mediados de marzo, vi a don Juan Tenorio hablando en un lugar público con Juan Buttadeo, llamado el Judío Errante. 

*

En medio de la ridícula majestad de una gran cervecería de tipo germánico, bajo la claridad esfumada de una redonda lámpara eléctrica, los dos hombres hablaban, meneando sus grises cabezas, sin mirar a las mujeres de labios rojos y a los jovencitos escuálidos que se hallaban ganduleando y beborroteando en torno de ellas. Las dos legendarias apariciones habían bebido su café y no parecía que se diesen cuenta de que se hallaban en el mundo de los estudiosos del "folclor" y de los profesores de poesía comparada. Vivían y hablaban como ustedes y como yo, y sus palabras me llegaron distintas y comprensibles apenas me acerqué a la mesita de hierro junto a la que se hallaban sentados. Había una silla vacía cerca de ellos y me senté en ella. Los dos viejos no interrumpieron su conversación y me miraron con una fugitiva sonrisa, como si hubiese sido un amigo de la infancia que acabasen de dejar pocos momentos antes.

*

-No es fácil; no, no es fácil -afirmaba enérgicamente don Juan- dar una explicación de mi historia, y tal vez me moriré antes de que se descubra el secreto de mi vida. He ido algunas veces al teatro donde representaban mis gestas y me he reído mucho más que los otros al ver aquella ingenua parodia que hace de mí un insaciable libertino, amasijo de lujuria y de vanidad, arrastrado finalmente al infierno por la venganza del Comendador y de Dios.

*

"¡Dulcísima cosa no ser comprendido por esos reyes de la platea! Ni siquiera Molière, quien, sin embargo, era cortesano y comediante, pudo comprender quién era yo. Bajo mi justillo azul marino, bajo mi sombrero de solitaria pluma negra, nadie ha sabido verme. Seducciones, besos, raptos nocturnos, escaleras secretas, citas insidiosas, celadas, mascaradas y banquetes, y el blanco monumento, y la última fiesta, todo eso era exterior, convencional, ficción; los escritores de tragicomedias y poemas han visto todo eso y nada más. Un pintoresco seductor, un caprichoso caballero, un voluble enamorado; eso es lo que soy para todos ésos y para los que los leen. ¡Y ninguno de estos grandes reveladores del corazón humano han descubierto la razón desesperada de mis aventuras, ni siquiera uno ha adivinado que fui libertino contra mi voluntad y voluble contra mi deseo! "

Podría volver a evocar las noches de mi primera adolescencia, cuando antes de dormirme intentaba imaginar y decidir cuál iba a ser mi vida. No ha habido ningún muchacho más apacible y puro que yo. Pensaba en el amor como en una cosa sagrada y en la mujer como en un proemio misterioso que me esperaba en el umbral de la juventud. Y la juventud llegó, y vino la primavera, y temblaron las estrellas y reverdecieron los árboles, y las mujeres se envolvieron en sus bellos vestidos claros. Pero el amor no vino. El amor fue para mí una palabra. No sentí ninguna de aquellas palpitaciones que hacen poner pálidos de repente los rostros de los hombres. No tuve sobresaltos ni estremecimientos a la vista de un querido rostro, al sonido de una voz clara. Mis sentidos se despertaron, pero mi corazón permaneció tranquilo, pausado, como antes. Tenía el deseo del amor, pero no la capacidad de amar. Comprendía que no amaría nunca, que no podría conocer nunca los extravíos y los perfumes de la pasión. Comprendía que podría disfrutar de las mujeres, que podría hacerme amar por ellas, pero que no conseguiría agitar por un solo momento mi corazón o turbar mi alma. No quise creer en los primeros tiempos en esa imposibilidad de amar y busqué todos los caminos para desmentir mis primeras experiencias, ya que creía en la belleza y en la grandeza del amor, y no quería que las mujeres fuesen para mí únicamente un juego y un pasatiempo. Traté, pues, de hacer nacer en mí, por todos los medios, esa pasión de la que me sentía espontáneamente incapaz; probé todos los métodos para que se desarrollara en mí, aunque no fuese más que por una sola vez, la loca llama del amor.

*

"Pensé que lo conseguiría obrando 'como si' estuviese enamorado, esperando que, a fuerza de repetir ciertas palabras y de realizar ciertos actos, nacería también en mí el sentimiento que los demás expresaban con esos actos y palabras. Por eso fingí perfectamente amar e imité todos los gestos, las sonrisas, las miradas, las palabras, las expresiones que usan los enamorados. Repetí mil, diez mil veces las más tiernas imágenes, las más ardientes confidencias y los más apasionados suspiros de lírica apasionada; besé, acaricié, suspiré, pasé largas horas bajo una ventana; esperé noches enteras envuelto en mi capa, la aparición de una luz conocida; escribí cartas desatinadas, me esforcé en verter lágrimas de emoción y conseguí perfectamente comprometerme a los ojos de todos, jurándome solemnemente prometido a una jovencita que mi comedia amorosa había turbado. Pero todo fue vano. De nada valió mi diligente ficción, estudiada con arreglo a los modelos más perfectos y los libros más célebres. Continuaba siendo incapaz del verdadero y único amor; tenía que reconocer siempre mi radical imposibilidad de amar.

*

"Entonces comenzó mi vida legendaria, aquella que ha hecho de mí el tipo del inconstante libertino. Hasta aquel tiempo había sido puro de cuerpo y había buscado con toda el alma aquel afecto potente y terrible de que todos los hombres son presa, al menos una vez. Pero ante mi impotencia pasional no tuve valor para resignarme. Quise aún, y por toda la vida, tentar la suerte. Esperaba que, tal vez repentinamente, el amor surgiría a oleadas de mi corazón, más intenso e impetuoso a causa de la larga espera. Creía que hasta aquel momento no había nacido en mí porque no había encontrado todavía la mujer que debía hacer brotar y bullir mi interna fuente de pasión. Y comencé a buscar desesperadamente a esa mujer; recorrí todos los países, todas las ciudades del mundo, toda la Tierra, seduciendo muchachas, atrayendo vírgenes, conquistando viudas y esposas; siempre inquieto, incansable, descontento, no satisfecho; siempre al acecho de esa mujer única, de esa liberadora desconocida que debía existir en alguna parte, que debía encontrar, que debía hacerme conocer el amor inmortal. Y hubo mujeres que huyeron conmigo, y mujeres que lloraron por mí, y mujeres que murieron por mí, y nunca tuve la alegría y la sorpresa de encontrar aquella que debía hacer estremecer mi corazón y confundir mi espíritu. Disfruté los cuerpos de innumerables mujeres, sentí latir sobre mi pecho innumerables corazones de amantes, y, sin embargo, ni por un momento fui capaz de fundir mi alma con la de la que amaba. Me hallaba a su lado con el espíritu frío, insensible, lúcido: interesado únicamente en las formas de sus miembros y en la graciosa curiosidad de sus pequeñas almas ardientes. Las miraba a los ojos -ojos negros, ojos azules, ojos grises, ojos de espasmo y de pasión- y veía en ellos reflejarse mi rostro, y veía brillar la alegría de ellas al sentirme a su lado, y, sin embargo, mis ojos no se velaron ni por un instante, y cuando las había poseído, las dejaba sin remordimientos.  

"Se dijo entonces que yo era un vil lujurioso que buscaba el placer del cuerpo y despreciaba el amor, ¡cuando yo iba de mujer en mujer, de aventura en aventura, para buscar precisamente el único amor, y mi volubilidad nacía de la constancia en quererlo encontrar, y mi capricho nacía de la desesperación de no encontrarlo! Creían que yo me divertía, cuando estaba triste por mi vana persecución; dijeron que era cruel, cuando la suerte era cruel conmigo. Buscaba mil mujeres porque no conseguía amar a una sola para siempre, y se imaginaban que yo quería burlarme de todas. No vieron bajo la aparente ligereza del voluble caballero toda la rabiosa tristeza del 'amante no correspondido por el amor'. Muchos corazones de mujeres sufrieron por mi culpa, pero ninguna conoció, ni en las lágrimas ni en los sollozos del abandono, toda la acerba desesperación de mi alma no satisfecha de la mórbida carne ni de las veloces fortunas. Bajo la máscara de mi leyenda se halla la amarga sonrisa del que fue amado demasiado y no consiguió amar". Calló el viejo seductor en este momento, y el otro viejo comenzó a hablar con voz lejana:

-Lo que has dicho es tal vez verdad y ciertamente terrible. Pero no has dicho más que la causa interna, la prehistoria de tu leyenda, y no has ofrecido ninguna nueva interpretación, no has añadido ningún nuevo sentido. Yo, que hace siglos y siglos recorro el mundo y he aprendido a meditar en la soledad; yo, que he llegado a ser como el errante Edipo, descifrador de enigmas y filósofo trágico, comprendo perfectamente la moraleja que se desprende de tu lamentable historia. Aquello que los hombres han querido condenar y matar en ti es "el amor a la diversidad, el amor al cambio". Ante tu ir de mujer en mujer, ante la continua movilidad de tus gustos y de tus deseos, ellos han levantado la blanca y rígida estatua del Comendador, el verdadero símbolo, diría un lógico, del inmóvil concepto ante la continua variedad de la intuición. ¡Y por eso, oh don Juan, eres mi hermano! También en mí los hombres han expresado su odio y su miedo al cambio.

*

"Me han condenado a ser un eterno vagabundo, imaginándose que el cambiar continuamente de lugar, ver siempre cosas nuevas, no tener morada fija, un rincón estable del nacimiento a la muerte, constituye la más grande maldición para el alma de un hombre. En cambio, yo he convertido en alegría su condena; me he hecho un alma magnífica, de pasajero, de explorador, de peregrino, de caballero errante, de globetrotter aficionado, y así vivo, en el continuo diverso y en el perpetuo cambio, una vida bastante más rica que la de mis jueces y mis verdugos. Yo y tú, don Juan, somos los héroes de la diversidad y de la mutabilidad, y los esclavos de la casa única y de la mujer única nos han querido escupir con desprecio. Pero nosotros corremos, ¡oh don Juan!, nosotros corremos más de prisa que ellos y ellos irán pronto bajo tierra a incubar su económica felicidad".

*

Pero don Juan no escuchaba al sentencioso viajero, y apenas éste hubo callado, continuó hablando:

-Bajo la máscara de mi leyenda hay tal vez una sonrisa, una amarga sonrisa, pero dentro de mi corazón no hay más que angustia, siempre renovada por mis desilusiones. Ahora ya soy viejo, y no sabré nunca qué cosa es el amor. La mujer que buscaba no me ha salido al encuentro por ningún camino, y cuando ha llegado la vejez y he tenido necesidad del reposo y de cuidados, no he encontrado más que una pobre criada que haya querido cuidarme.

*

El Judío Errante iba a sacar alguna consecuencia filosófica de las palabras de don Juan, cuando un hombrecillo muy cumplido, vestido de negro y con un lunar sobre el bigote izquierdo, vino a anunciar que la cervecería se cerraba. Don Juan sacó de su bolsa una moneda de oro, pero el hombrecillo la miró y la rechazó. Era un doblón español de 1662. Juan Buttadeo, más práctico, sacó del bolsillo una moneda de plata, la hizo sonar sobre la mesa y los tres salimos juntos a la plaza desierta, riéndonos estrepitosamente sin razón ninguna. 

*

Cortesía:

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ita/papini/gp.htm 

* 

Cesare PAVESE

Cesare PAVESE

Cesare Pavese

(San Stefano Belbo, 1908-Turín, 1950) Escritor italiano. Su infancia y su juventud transcurrieron en Turín, donde se graduó en Letras con una tesis sobre W. Whitman. Su carácter tímido, los desengaños amorosos y las sucesivas crisis vitales, de orden religioso y político (en un principio vinculado al fascismo, posteriormente fue miembro del partido comunista), lo llevaron hasta un aislamiento que culminó en suicidio. Su vida pública y literaria está relacionada con su actividad en la editorial turinesa Einaudi, de la que fue lector y consejero. Pavese perteneció a la generación neorrealista italiana y contribuyó a la difusión de los novelistas norteamericanos tanto a través de sus traducciones de Melville, Dos Passos, Faulkner, Steinbeck, Stein y Joyce, como por su colaboración en la antología Americana (1942), junto con E. Vittorini. Asimismo, sistematizó sus conocimientos sobre literatura estadounidense en La literatura americana y otros ensayos (1951). Inició su obra de escritor con la publicación del poemario Trabajar cansa (1936), con el que se opuso a la poesía hermética italiana. Su obra narrativa, de un lúcido realismo, plasma el mundo rural y la vida social contemporánea (Allá en tu aldea, 1941; La playa, 1942; La cárcel, 1938-1939, publicado en 1949; Antes de que el gallo cante, 1949; El bello verano, 1949; Entre mujeres solas, 1949; El diablo en las colinas, 1949; La luna y las fogatas, 1950). Su diario El oficio de vivir (1952) es un extraordinario testimonio sobre la vida y el oficio de un escritor. 

http://duellimortali.altervista.org/_altervista_ht/baudelaire.jpg

 *

Poesía de Pavese:

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto.

Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo.

Oh, cara esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.
 

*


Trabajar cansa (fragmento)

"Estas colinas duras que han formado mi cuerpo
y lo sacuden con tantos recuerdos, me han abierto el prodigio
de aquella que no sabe que la vivo y no llego a entenderla.

Me la encontré una noche: una mancha más clara
bajo las inciertas estrellas, en la oscuridad del verano.
Percibíase en torno la fragancia de estas colinas
más profunda que la sombra y de repente sonó
como si saliera de estas colinas, una voz más limpia
y áspera, a la vez, una voz de tiempos perdidos.

Alguna vez la veo, y se pone ante mí
definida, inmutable, como un recuerdo.
Nunca he podido asirla: su realidad
cada vez se me escapa y me lleva más lejos.
Si es bella, no lo sé.

Es joven entre las otras:
me sorprende, al imaginarla, un lejano recuerdo
de mi infancia vivida entre estas colinas,
tan joven es. Semeja la mañana.

Me muestra en los ojos
todos los cielos lejanos de aquellas mañanas remotas.
Y tiene en los ojos un firme propósito: la luz más limpia
que jamás tuvo el alba sobre estas colinas.

La he creado del fondo de todas las cosas
que me son más queridas, y no llego a entenderla. "

*

*



Manuscrito de C.PAVESE 

*

Cuento de C. PAVESE:  

Años

De lo que era yo entonces no queda nada: apenas hombre, era aún un crío. Lo sabía hacía tiempo, pero todo ocurrió a finales del invierno, una tarde y una mañana. Vivíamos juntos, casi escondidos, en una habitación que daba a una avenida. Silvia me dijo esa noche que tenía que irme, o irse ella: ya no teníamos nada que hacer juntos. Le supliqué que dejara que probásemos de nuevo; estaba acostado a su lado y la abrazaba. Ella me dijo:

-¿Con qué finalidad? -Hablábamos en voz baja, a oscuras.

Luego Silvia se durmió y yo tuve hasta la mañana una rodilla pegada a la suya. Apareció la mañana como había aparecido siempre, y hacía mucho frío; Silvia tenía el pelo sobre los ojos y no se movía. En la penumbra yo miraba pasar el tiempo, sabía que pasaba y corría, y que afuera había niebla. Todo el tiempo que había vivido con Silvia en aquella habitación era como un solo día y una noche, que ahora terminaba por la mañana. Entonces comprendí que nunca volvería a salir conmigo entre la niebla fresca.

Era mejor que me vistiera y me marchase sin despertarla. Pero ahora tenía en la cabeza una cosa que preguntarle. Esperé, intentando adormilarme.

Cuando estuvo despierta, Silvia me sonrió. Seguimos hablando. Ella dijo:

-Es bonito ser sinceros, como nosotros.

-¡Oh, Silvia! -susurré-, ¿qué haré al salir de aquí? ¿Adónde iré?

Era eso lo que tenía que preguntarle. Sin apartar la nuca del almohadón, ella sonrió de nuevo, beatífica.

-Bobo -dijo-, irás a donde quieras. ¿No es hermoso ser libre? Conocerás a muchas chicas, harás todas las cosas que quieras. Te envidio, palabra.

Ahora la mañana llenaba el cuarto y sólo había un poco de calor en la cama. Silvia esperaba paciente.

-Tú eres como una prostituta -le dije- y siempre lo has sido.

Silvia no abrió los ojos.

-¿Estás mejor ahora que lo has dicho? -me dijo.

Entonces me quedé como si ella no estuviera, y miraba al techo y lloraba sin ruido. Las lágrimas me llenaban los ojos y corrían sobre la almohada. No valía la pena que se diera cuenta. Mucho tiempo ha pasado, y ahora sé que aquellas lágrimas mudas fueron la única cosa de hombre que hice con Silvia; sé que lloraba no por ella sino porque había entrevisto mi destino. De lo que era yo entonces no queda nada. Queda sólo que había comprendido quién sería en el futuro.

Luego Silvia me dijo:

-Ya basta. Tengo que levantarme.

Nos levantamos juntos, los dos. No la vi vestirse. Estuve pronto en pie, a la ventana; y miraba vislumbrarse las plantas. Detrás de la niebla estaba el sol, el sol que tantas veces había entibiado el cuarto. También Silvia se vistió pronto, y me preguntó si no me llevaba mis cosas. Le dije que primero quería calentar el café, y encendí el hornillo.

Silvia, sentada al borde de la cama, se puso a arreglarse las uñas. En el pasado se las había arreglado siempre en la mesa. Parecía abstraída y el pelo le caía continuamente sobre los ojos. Entonces daba sacudidas con la cabeza y se liberaba. Yo deambulé por el cuarto y recogí mis cosas. Hice un montón sobre una silla y de repente Silvia saltó en pie y corrió a apagar el café que se derramaba.

Luego saqué la maleta y metí las cosas. Mientras tanto, por dentro me esforzaba por recoger todos los recuerdos desagradables que tenía de Silvia: sus futilidades, sus malos humores, sus frases irritantes, sus arrugas. Eso me llevaba de su cuarto. Lo que dejaba era una niebla.

Cuando hube acabado, el café estaba listo. Lo tomamos de pie, junto al hornillo. Silvia dijo algo, que ese día iría a ver a un tipo, a hablar de un asunto. Poco después dejé la taza y me marché con la maleta. Afuera la niebla y el sol cegaban.

*

fin 

*

A consultar:

http://es.wikipedia.org/wiki/Cesare_Pavese 

http://www.ucm.es/info/especulo/numero3/cpavese.htm

http://www.ucm.es/info/especulo/numero18/pavese.html

http://www.adamar.org/oldesign/num7/pag17.html 

Ilustración: David Levine

http://www.nybooks.com/archives/

*

La Sirena de Noergaard

La hermana de la 'Sirenita'

*
A la Sirenita, la atracción turística más famosa de Copenhague, le ha salido una hermana de bronce en el puerto de la capital danesa. El príncipe consorte Enrique ha sido el encargado de inaugurar el grupo escultórico El paraíso modificado genéticamente, obra del danés Bjoern Noergaard, compuesto por seis figuras colocadas en una plaza próxima y una séptima, una sirena, también de genética alterada, que descansa ya a unos cientos de metros de su famosa "hermana" (en la foto). "La Sirenita está llena de magia y romanticismo. La mía es más de tipo modernista tardía", declaró Noergaard. La original, inspirada en el personaje de Andersen, fue creada en 1913 por Edvard Eriksen.

  

La Sirena de Eriksen  

*

 

La Sirena de Noergaard   

*

Ilustración: Galienni

http://www.galienni.com/sommaire.php3