Blogia
Revista Literaria AZUL@RTE

Stella DÍAZ VARÍN

Stella DÍAZ VARÍN


Enviar mensajes: ADAMAR@yahoogroups.com

Subscribirse: ADAMAR-subscribe@yahoogroups.com

Página principal: http://es.groups.yahoo.com/group/ADAMAR/

ADAMAR Revista de Creación: www.adamar.org

*

*



STELLA DÍAZ VARÍN (1926-2006)

De kepa_1@tcmsoft.com



Comunicamos a ustedes el fallecimiento de la destacada poeta nacional Stella Díaz Varín. Sus restos serán velados en la Casa del Escritor (Almirante Simpson 7, Providencia, Metro Baquedano). El horario de sus funerales se comunicará oportunamente.

¿Quién fue esta poetisa que no sólo le mordió una oreja a Jodorowsky, o lo dio un puñetazo en las narices a Lafourcade y le declaró abiertamente y en público su amor a Neruda?

"No. La poesía no es una ecuación biológica. La poesía, si tú la pudieras definir -porque es indefinible- es un arranque sentimental, es una memoria de otro arranque sentimental, nada más". De personalidad polémica y rupturista, integrante de la Generación Literaria de 1950, Stella Díaz Varín se perfiló como una voz singular y trascendente en la historia de la literatura chilena. Su poesía fue una expresión original, que plasmó su fuerte personalidad creativa y bohemia, con una perspectiva femenina.

Nació el 11 de agosto de 1926, en La Serena. El 1 de mayo de 1947 llegó a Santiago para estudiar medicina, con el firme propósito de especializarse en psiquiatría, carrera que no concluyó. En cambio se integró activamente a la Alianza de Intelectuales de Chile –dirigida por Pablo Neruda- y a los círculos culturales de la época, sobretodo a la mítica bohemia de El Bosco, donde cultivó amistad con destacados creadores nacionales como Alejandro Jodorowsky, Enrique Lihn, Ricardo Latcham, Mariano Latorre, Luis Oyarzún, Jorge Teillier, José Donoso, entre muchos otros. En ese período comenzó a colaborar en algunos diarios nacionales como El Siglo, Extra, La Opinión y La Hora; al mismo tiempo que participó en las diversas actividades generadas por la Sociedad de Escritores de Chile.



En 1949 publicó su primer libro, Razón de mi ser. Los poemas de este volumen reflejan la vitalidad y fuerza de la poetisa. A través de imágenes sugerentes y de un lenguaje subterráneo, temas como la muerte, la soledad y el reconocimiento a la condición femenina, evidencian en este poemario la relación inseparable entre la vida y la creación poética de la escritora.



Su producción literaria continuó con Sinfonía del hombre fósil (1953), Tiempo, medida imaginaria (1959) y Los dones previsibles (1986). Este último libro recibió el Premio Pedro de Oña en 1986, y su publicación incluyó un prólogo de Enrique Lihn, en el que señaló: ?Esta imagen del poeta, la afición a la magia del lenguaje asociada a
la realidad como acto verbal imperativo y otras características, delatan aquí -con la desvergüenza al uso de mi generación- cuentas pendientes con el romanticismo, el decadentismo y el simbolismo?



Aunque fue reconocida tardíamente por una pequeña parte de la crítica especializada, su poesía marcó nuevos rumbos en la creación poética nacional. Fue incluida en numerosas antologías, entre las que destacan Poesía Nueva de Chile (1953); La mujer en la poesía chilena (1963); y Atlas de la poesía chilena (1958).



Con una dilatada trayectoria en las letras nacionales, Stella Díaz Varín reivindicó el oficio de poeta desmitificándolo, denunciando las carencias de esta labor: ?Yo creo que deberíamos preocuparnos un poco de que el poeta deje de ser una especie de ser mítico, alado y peregrino. El poeta es un ser humano con familia, con necesidades biológicas y necesidades de todo tipo, al que nadie le da boleto en este país (...) por lo menos me gustaría que el hombre creador tuviera una base y una mínima seguridad de vida para que pudiera seguir creando?



Fuente: Memoria Chilena

http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/index.asp?id_ut=stelladiazvarin(1926-)   



Aquí hay algo de su obra:



LOS DONES PREVISIBLES.

Poema 10

 

Es así

Que la vida es en su muerte
Una pura substancia
Un sereno ocurrir, naturalmente
Un ritual
De poderes ocultos en su origen
Un círculo elemental
Un curioso bullicio
Un germinar muriendo.

Es así

Que estoy viva
Y en cada vida
Se me va la muerte.

 



 

La Palabra

Una
sola será mi lucha

Y mi triunfo;

Encontrar la palabra escondida
aquella vez de nuestro pacto secreto
a pocos días de terminar la infancia.

Debes recordar
dónde la guardaste
Debiste pronunciarla siquiera una vez...
Ya la habría encontrado
Pero tienes razón ese era el pacto.

Mira cómo está mi casa, desarmada.
Hoja por hoja mi casa, de pies a cabeza.
Y mi huerto, forado permanente
Y mis libros cómo mi huerto,
Hojeado hasta el deshilache
Sin dar con la palabra.

Se termina la búsqueda y el tiempo.

Vencida y condenada
Por no hallar la palabra que escondiste.




 

Profecía

Las grandes ausencias amenazan

Cuando los sirlos
Esos bellos pájaros
Emigran
Y la lejanía hiere sus alas
El hombre no lo sabe
Porque duerme
Oculto por causa de la luz
Para no prever la muerte.

Entrega el dominio de sus sueños
Y emancipa el caos
Y pierde el poder
sobre su propio río
que lo recorre en longitud.

Los abismos se acercan
Y las múltiples aguas
Devienen creaturas de espanto.

Uncido al gran anillo
Olvidará su trayectoria astral
su fecundidad perecedera.

Ocurrió
Que cerró las pupilas ante la luz
Y no estuvo más allá

De las cosas presentes
Ni creó una analogía superior
a la distancia entre los astros
Ni escuchó el soberano mandamiento
De crear al hombre verdadero.

Olvidado en el tiempo
Aún persistirá en creer
que fue un símil de su conciencia.

Trazluz 


Que se me permita mirar por la ventana
Sólo el espinazo de la muerte
A tranco largo
Mirando fijamente
A mis ojos deslucidos

Veo la ausencia
Doblando por la esquina
La miserable luz
De los días empañados.
Muy de tarde en tarde
Algún aprendiz de hombre
Vestido de domingo.

En estas agonías neblinosas
Estoy mirando desde una ventana ajena
Tras la luz de este rincón desconocido
Desde esta ventana hacia ningún paisaje
Hueco sin distancias
Seca pupila donde no resplandece
ni el más leve trino.


0 comentarios